El aceite de semilla de uva tiene el mayor contenido de ácido linoleico (hasta un 76%) entre todos los aceites y productos conocidos, que controla la humedad de la piel y su capacidad de regeneración y reestructuración, así como un alto contenido de vitamina E (una cucharada de aceite proporciona las necesidades diarias del organismo en esta vitamina). El aceite es ligero, muy penetrante, adecuado para todo tipo de pieles, especialmente las grasas. Exfolia las células queratinizadas, mejora visiblemente el tono y la textura de la piel, que se vuelve mucho más suave y tersa. El aceite también regula la actividad normal de las glándulas sebáceas, evita el exceso de sebo y el agrandamiento de los poros. El aceite de pepitas de uva tiene un fuerte efecto antiinflamatorio y regenerador, favorece el rejuvenecimiento, mejora la elasticidad de la piel, elimina las arrugas, mantiene el equilibrio de grasa y humedad en la piel, tiene un fuerte efecto antioxidante.
El aceite de sésamo tiene buenas propiedades nutritivas, hidratantes y emolientes; previene la sequedad cutánea, elimina la descamación de la piel, previene los primeros signos de envejecimiento (arrugas, opacidad, flacidez, disminución del tono y la elasticidad de la piel). Gracias a sus propiedades, ayuda a hacer frente a la piel grasa o insalubre, normaliza la untuosidad y elimina la inflamación.
El carbón vegetal es una sustancia natural respetuosa con el medio ambiente que extrae todas las impurezas de los poros y hace que la piel respire, generando un flujo sanguíneo adecuado. El carbón vegetal contribuye a la limpieza profunda de la piel y a la eliminación de toxinas, limpia perfectamente la piel de acné y granos, tiene un efecto desodorizante, mantiene el equilibrio natural de agua de la piel y la satura de minerales esenciales, mejora el tono de la piel, la rejuvenece y la hace elástica.
El aceite de neem restaura la elasticidad de la piel y mejora su capacidad de regeneración. Rico en cobre, vitamina E y aminoácidos esenciales. Excelente desinfectante, eficaz en la lucha contra el acné. Eficaz en enfermedades de la piel: eczema, psoriasis, neurodermatitis, urticaria. Posee importantes propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales.
La espirulina es un tipo de alga verde azulada que contiene hasta un 70% de proteínas y es una buena fuente de clorofila, vitaminas del grupo B, vitamina E y hierro. Aumenta la turgencia y elasticidad de la piel, la nutre y rejuvenece, estimula y restaura los procesos metabólicos tanto internos como externos.