El aceite de semilla de uva tiene el mayor contenido de ácido linoleico (hasta un 76%) entre todos los aceites y productos conocidos, que controla la humedad de la piel y su capacidad de regeneración y reestructuración, así como un alto contenido de vitamina E. El aceite es ligero, tiene una gran capacidad de penetración y es adecuado para todo tipo de pieles, especialmente las grasas. Su amplia aplicación en cosmetología se basa en que el aceite de pepitas de uva proporciona una exfoliación de las células queratinizadas, mejora visiblemente el tono y la estructura de la piel, que se vuelve mucho más suave y tersa. El aceite también regula la actividad normal de las glándulas sebáceas, evita el exceso de sebo y el agrandamiento de los poros. El aceite de semilla de uva tiene un fuerte efecto antiinflamatorio, regenerador, favorece el rejuvenecimiento, mejora la elasticidad de la piel, elimina las arrugas, mantiene el equilibrio de grasa y humedad en la piel, tiene una fuerte acción antioxidante
Los granos de café molidos actúan como exfoliante natural. Ayudan a hidratar la piel y crean una barrera protectora natural que retiene la humedad.